Si acaba de llenar la piscina, ha empezado a regar el jardín, ha instalado un lavavajillas o ha aumentado el número de personas que viven en su casa o empresa, puede esperar un aumento del consumo de agua. Pero una actividad puntual (como llenar la piscina) no debería aumentar permanentemente su factura. El aumento gradual del volumen facturado debería alertarle de la posibilidad de una fuga en su sistema. Cuando nuestros lectores de contadores observen un gran salto en el consumo respecto al mes anterior, recibirá una "carta de fuga" sugiriéndole que lo investigue.
Tenga en cuenta que una variación de 10 a 25% en el consumo de agua no es inusual. Sin embargo, si tu volumen (indicado por el gráfico de tu factura) aumenta al menos 25% o sigue subiendo, y no tienes una explicación racional, deberías probar lo siguiente:
- Lea el contador de agua, observando la posición de la aguja del reloj que registra los galones individuales.
- Espere al menos 15 minutos sin utilizar agua.
- Vuelve a mirar el medidor para ver si la manecilla se ha movido. Si no se ha movido, es probable que no haya fugas. Las fugas lentas e intermitentes pueden detectarse esperando más tiempo entre lecturas.
- Si la manecilla del contador se ha movido, compruebe si hay fugas visibles en todos los grifos.
- Compruebe si hay fugas en los inodoros añadiendo colorante alimentario al agua de la cisterna. No tire de la cadena. Espere 15 minutos para ver si aparece agua coloreada en la taza del inodoro. Si es así, hay una fuga.
- Si no parece haber fugas en el interior de la vivienda, compruebe si hay fugas subterráneas en el exterior. Cierre la válvula principal de la casa. Abra un grifo interior para comprobar que la válvula funciona. El flujo de agua debería detenerse por completo. Compruebe si el contador sigue funcionando. Si es así, hay una fuga en algún punto de la tubería entre la válvula principal y el contador.
- Repita el procedimiento de lectura del contador después de realizar todas las reparaciones para asegurarse de que no hay más fugas.